AGROAREA ®
©1994-2018 | NIC.AR | Todos los derechos reservados. Prohibida su reproducción total o
parcial sin la expresa autorización de sus editores. Contenidos del web con deposito de
propiedad intelectual protegida según ley 11.723 de la República Argentina y aplicable
en tribunales Internacionales. AGROAREA es una denominación de origen agro web mundial y
hace valer sus derechos habientes desde 1995 a la fecha.
|
Con marca propia, el garbanzo cordobés gana mercados
lavoz.com.ar
Una empresa agropecuaria con base en Colonia Caroya comenzará a exportar bajo su
propia marca comercial Maluca Food.
Archivo
imagen AGROAREA | No integra la edición original del articulo.
En los últimos años, los números en la producción agrícola como
ganadera se han achicado. Hoy, el productor no sólo debe pensar en producir de manera
eficiente, sino que tiene que ir más allá y darle una vuelta de tuerca a la
comercialización de su producción para poder capturar la mayor rentabilidad posible. El
clima, hay que agregar, viene jugando en contra a los productores.
Esta impronta es lo que caracteriza a la Maluca SA, una firma que apuesta a la
diversificación de las producciones agrícolas con dos particularidades muy marcadas:
intensificando las rotaciones con tecnología. Y ahora, suman otra pata fundamental,
apuntando a comercializar su propia producción. En este caso, la de garbanzo baja la
marca "Maluca Food".
La Maluca es una empresa familiar que trabaja en Córdoba y explota más de 1.000
hectáreas alquiladas en Colonia Caroya (en conjunto con otra empresa que comparten
gastos). En invierno producen garbanzo y trigo candeal y en verano, soja y maíz. A su
vez, arriendan otro campo en Serrezuela, localizada en la misma provincia cordobesa, para
producir ganadería, precisamente cría y recría.
Rotación intensificada
Una de las claves para el manejo de la empresa es la intensificación de las rotaciones
con un planteo tecnológico de punta. La diversificación de la empresa les permite
evitar el riesgo de estar atado a una producción con los vaivenes que tiene la economía.
Te da más estabilidad en el tiempo, definió a Clarín Rural, Máximo Costamagna,
gerente Comercial de La Maluca e hijo de Alberto, quien fue el fundador de la empresa en
1998.
La rotación más viable para su planteo es maíz/trigo/soja/garbanzo, luego el suelo
descansa para retomar la siembra con un maíz de primera. "Se pueden controlar de
mejor manera las malezas principalmente con el cultivo de trigo. Muchas veces el trigo no
es excelente negocio en esta zona, pero agronómicamente es muy bueno", planteó.
Además, de esta manera, le permite que el campo produzca todo el año para obtener
ingresos estables.
Riego y fertilización
Para el manejo que lleva adelante la familia Costamagna, el riego y la fertilización son
dos tecnologías clave.En el primero de los casos, según describe Máximo, en la zona hay
mucha variabilidad de lluvias, por lo que esta tecnología aporta estabilidad a la
producción. "Con doble cultivo, la inversión en los equipos de riego se pueden
recuperar en cinco a siete años", sacó cuentas de la amortización de esta
tecnología, una de las trabas para los productores cuando piensan en esta inversión.
Y ahora, van por más, buscando nuevas inversiones. Están estudiando el sistema de riego
subterráneo lo que les dará más eficiencia en la utilización del agua y de la
energía.
A su vez, nutren los suelos luego de los análisis correspondientes con nitrógeno,
fósforo y azufre. Y en los últimos años agregaron los micronutrientes, principalmente
el boro y zinc.
Fichas al garbanzo
No obstante, las fichas de la empresa están puestas fundamentalmente en el garbanzo, un
cultivo que comenzarán a exportar este año bajo su propia marca Maluca Food. "Es
fundamental tener una visión empresarial para poder subsistir. Los números de soja,
maíz y trigo están muy complicados. Hay que buscar alternativas que ayuden a agregar
valor a la producción propia", razonó.
Alberto, el papá de Máximo, comenzó a producir garbanzo hace 8 años y siempre buscó
asesorarse y tener buena relación con los clientes (exportadores) para aprender a manejar
el cultivo y aprender del mercado. Luego, cuando se incorporó Máximo a la empresa, tuvo
la iniciativa de introducirse de lleno a la exportación para darle una vuelta más al
negocio. "Quisimos hacer una integración hacia adelante", expresó.
Para esto, participaron en dos de las ferias más importantes de alimentos a nivel
mundial, como es Anuga, que se hace en Alemania, y Gulfood, en Dubai, que se desarrolló
recientemente, para aceitar las relaciones a nivel mundial.
Con marca propia
"La última producción de garbanzo la vendimos a exportadores. Si bien nos quedamos
con mercadería que procesamos para venderla por calibre directamente, el trámite que nos
habilitaba no llegó a tiempo y tuvimos que exportar con otra empresa a Croacia y a
Turquía", informó.
Máximo comentó que ya comenzaron con la siembra de la legumbre con el fin de ya poder
enviar al exterior bajo su marca.
Por el momento, el procesamiento del garbanzo es a fasón ya que hay una gran cantidad de
plantas procesadoras en la zona de Córdoba que aprovechan para que le den servicio de
limpieza y división del cultivo de acuerdo a los calibres. "El mercado venía
teniendo precios que no eran comunes alcanzando valores récord en los últimos años,
pero el pasado ciclo, por una buena producción de India (que es formador de precios) hizo
que merme el valor de la legumbre", especificó Máximo. El precio actual varía
entre 800 a 1.100 dólares por tonelada, según el calibre de la legumbre.
El objetivo de la empresa es poder extender la producción y la exportación bajo la marca
a otras producciones, como es poroto, arveja y sobre todo, la lenteja, un cultivo que
dejaron de producirlo en el último ciclo por problemas de manejo y de clima.
Valor agregado
"Queremos diferenciarnos y distinguirnos del resto. Creemos que esta es la forma de
hacerlo volcándonos a este tipo de producciones de legumbres para un nicho especial y no
caer en la vorágine de las producciones clásicas que lo tienen los acopiadores o grandes
empresas", opinó.
Según destacó, haber vivido un año fuera del país vivió muchas experiencias que le
hicieron "abrir la cabeza". El mercado es afuera. Argentina produce muchos
más alimentos de lo que puede consumir. Y creo que por ese lado podemos buscarle agregar
valor. En las ferias notamos que Argentina usualmente presenta productos primarios cuando
el mundo demanda más comida elaborada. Vamos muy en línea de ser el supermercado del
mundo, insistió.
|